La Guerra Fría (1947-1989) y el fenómeno OVNI

13 junio 2020

Las bombas nucleares de Nagasaki e Hiroshima, el recuerdo de las V-1 y V-2 (los cohete bomba de Hitler), también la paranoia por las pruebas de nuevas armas más mortíferas que cada bloque (capitalista y comunista) realizaban en sus bases militares secretas, llevó a la población mundial a un estado de temor y preocupación por esas amenazas que facilitó el desarrollo de la Ciencia Ficción. El fenómeno OVNI (Objeto Volante No Identificado), también conocido por las siglas en inglés como UFO (Unidentified Flying Object), tuvo su auge de difusión e interés popular en el periodo coincidente con los años más convulsos de la Guerra Fría.

Un precedente célebre: “La guerra de los mundos” de Herbert George Wells

El precedente a todo ese auge del interés por los fenómenos UFO en la opinión pública del siglo XX, es la versión radiofónica de “La guerra de los mundos” que en 1938 realizó el por entonces desconocido cineasta norteamericano Orson Welles.

Se trata de la novela escrita a finales del siglo XIX por el precursor del género de ciencia ficción, el británico H.G. Wells. La adaptación de Orson Welles y el Teatro Mercurio para la CBS fue en formato noticiario, haciendo creer a todos los radioyentes (que no habían oído la introducción aclaratoria) que la caída de varios meteoritos en el estado de Nueva Jersey era en realidad la invasión de naves marcianas.

Esta ingeniosa versión en las ondas radiofónicas de una supuesta invasión de un enemigo exterior, del espacio, contada por H.G. Wells en su novela, se realizó en el periodo de entreguerras, cuando el ambiente político internacional estaba en su época más tensa en Europa, con la consolidación de los estados totalitarios fascistas. Supuso una demostración del cada vez mayor poder de los medios de comunicación de masas.

La ufología, un fenómeno de la cultura popular a mediados del siglo XX

Las pinturas rupestres de la prehistoria  de supuestos objetos voladores tienen una explicación racional. El hombre desde su origen como especie ha observado el firmamento, con curiosidad, temor y respeto. La caída de meteoritos, estrellas fugaces, fenómenos naturales celestes de diferente índole, habrían sido inmortalizadas en estas representaciones humanas. Sin más divagaciones.

Pero a partir de 1945, los diccionarios de las distintas lenguas debieron adoptar términos como ovni o ufología, cuando el hombre dominaba ya el espacio aéreo. Curioso, la historia de los avistamientos de ovnis se remonta para los expertos en esta seudo ciencia a la Antigüedad. Ingeniosas interpretaciones de textos de la Biblia, por ejemplo, harían mención a la observación de estos objetos, siempre luminosos y voladores. Ezequiel 1: 5-24.

Las historias de aviadores de la II Guerra Mundial y de pilotos en la posguerra que relatan encuentros en el aire con naves extrañas son numerosas, incontables. Los relatos de “encuentros en la tercera fase” con abducciones individuales o en masa (en el Triángulo de las Bermudas) abundan en la literatura y en los medios de difusión de los años 1950-1960 del pasado siglo. Revistas especializadas, documentales, películas, informes científicos, investigaciones militares… toda una bibliografía que denota el gran interés que estos fenómenos suscitaban.

Expedientes X y otros sin ninguna incógnita

Estos fenómenos OVNI generaron gran cantidad de información. Muchos datos sin el rigor científico contrastado y a nivel periodístico rozando el bulo, cuando no eran falsos totalmente. Serían los científicos de una nueva ciencia del siglo XX, los sociólogos, los que introdujeron una primera explicación más científica y racional del fenómeno. En las sociedades del bloque soviético, por ejemplo, el fenómeno ovni era considerado una extravagancia de los “ignorantes” capitalistas.

Aunque tuvo sus seguidores a nivel popular y clandestino, como mucha otra literatura en la antigua URSS, oficialmente el expediente UFO era visto como una propaganda anticomunista: se trataba de propagar subliminalmente el sentimiento de terror hacia el armamento nuclear y el desarrollo tecnológico del enemigo soviético. La invasión marciana era, en realidad, la “invasión roja”.

Esa explicación sociológica tuvo una primera interpretación marxista, pero luego fue contrastada por sociólogos occidentales. En efecto, la proliferación de datos sobre ovnis tuvo una parte de “guerra psicológica” entre las dos superpotencias. No obstante, las interpretaciones más aceptadas por los sociólogos actuales son las que hablan de una psicología colectiva afectada por un viejo temor común: el miedo a lo desconocido, a lo que está por descubrir y al desarrollo de las nuevas tecnologías.

Desaparecido el bloque soviético a partir de la «Caída del Muro de Berlín» en 1989, se consideraba terminada la Guerra Fría y, curiosamente, la disminución de la sobre información e interés por el fenómeno OVNI transcurre paralela a esos años. Las décadas de 1980 y 1990 del siglo XX significan el final del auge del «Expediente UFO» y de su supuesta credibilidad. Hoy en día varios gobiernos, como el británico, han desclasificado sus informes. Sólo han reafirmado la confusión y ambigüedad de unas investigaciones, algunas con verdaderas incógnitas, aunque en la mayoría de los casos se han desvelado fraudes o demostrado un fenómeno natural.

Gustavo Adolfo Ordoño -Historiador y periodista-     www.paxaugusta.es

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